Muchos se preguntan cómo
es posible que las piedras se encuentren una sobre otra sin desplomarse,
guardando un equilibrio que niega la gravedad
de la tierra, como si hubieran sido talladas o esculpidas por un gran
artista.
Esto da la clave a una leyenda que dice que las rocas son en realidad
gigantes cuya maldad fue castigada por un dios que los convirtió en piedra, y
poco a poco han ido desgastándose con el tiempo.
Hoy en día hay numerosos estudios que demuestran que este fenómeno se relaciona con la historia de la tierra y no con ninguna leyenda.
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